martes, 25 de abril de 2017

Una escuela integradora.

Una escuela integradora. Una escuela integradora es aquella institución que incluye a los niños con NEE y que se ocupa del aprendizaje del alumno mediante el proceso de adaptaciones curriculares que el docente o la institución debe realizar para que ellos adquieran el contenido. Las adaptaciones curriculares: Las adaptaciones curriculares son estrategias educativas para facilitar el proceso enseñanza-aprendizaje en los alumnos con necesidades educativas específicas. Estas estrategias pretenden, a partir de modificaciones más o menos extensas realizadas sobre el currículo ordinario, ser una respuesta a la diversidad individual independientemente del origen de esas diferencias: historial personal, historial educativo, motivación e intereses, ritmo y estilo de aprendizaje. Las adaptaciones curriculares pueden ser:  Adaptaciones curriculares de acceso al currículo: son modificaciones de recursos espaciales, materiales o de comunicación que facilitarán el aprendizaje a los alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE).  Adaptaciones curriculares individualizadas: son modificaciones que se realizan en la propuesta educativa desarrollada para un alumno concreto que presente necesidades educativas especiales/especificas:  No significativas: modifican elementos básicos del currículo. Son adaptaciones que se realizan en un momento concreto, donde cualquier alumno presente una necesidad educativa especial y/o específica transitoria o permanente. Este modelo de trabajo requiere estrategias individualizadas. Estas adaptaciones son elaboradas cuando el tutor o el equipo educativo, detectan en algún alumno que no alcanza de forma global los objetivos planteados en el inicio de curso. En estos casos, se adoptan medidas multidisciplinares, en las cuales, los diferentes profesionales prestan refuerzo educativo en los aspectos donde presenta mayores dificultades. Estas modificaciones afectarán a la metodología y a las actividades. Sin embargo, los objetivos educativos serán los mismos para todos, por lo que, no existirá repercusión en la evaluaciones.  Significativas o muy significativas: son modificaciones que se realizan desde la programación, en el inicio de curso, cuando se sabe que existe alguno o varios casos de niños que presentan desfase curricular de al menos dos años, respecto a su edad cronológica. Esta adaptación, sufrirá trasformaciones en sus objetivos generales planteados, en los contenidos del curso propuestos, en la metodología aplicada, en la puesta en práctica de las actividades y en el cambio de los criterios de evaluación. La adaptación curricular significativa se redacta ante un documento determinado.  

NORMAS A.P.A. PARA CITAR INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA.

Normas A.P.A. para Citar Información Bibliográfica A. Libros. 1. Debe aparecer: apellido del autor, coma, inicial/es del nombre, punto, fecha entre paréntesis, punto, título subrayado o en letra cursiva, punto, lugar de edición, dos puntos, editorial, punto. Por ejemplo: Carr, Wilfred y Kemmis, Steve (1988). Teoría crítica de la enseñanza: La investigación-acción en la formación del profesorado. Barcelona: Martínez Roca. Coulon, Alain (1988). La etnometodología. Madrid: Cátedra. Elliott, John (1989). La Investigación-acción en educación. Madrid: Morata. 2. Cuando el lugar de edición no es una capital conocida, es apropiado citar la provincia, el estado o el país. Por ejemplo: Comes, Prudenci (1974). Técnicas de expresión-1: Guía para la redacción y presentación de trabajos científicos, informes técnicos y tesinas, (2ª ed). Vilassar de Mar, Barcelona: Oikos-Tau. Fernández Sierra, Juan y Santos Guerra, M.Angel. (1992). Evaluación cualitativa de programas de educación para la salud. Archidona, Málaga: Aljibe. Sáenz Barrio, Oscar (Dir.)(1991). Prácticas de enseñanza: Proyectos curriculares y de investigación-acción. Alcoy, Alicante: Marfil. 3. Si hay más de un autor deben indicarse todos, separados por comas, (;) excepto el último que va precedido de la conjunción 'y'. Por ejemplo: Cook, Thomas D. y Reichardt, Charles S. (1986). Métodos cualitativos y cuantitativos en investigación educativa. Madrid: Morata. Goetz, Judith P. y LeCompte, Margaret D. (1988). Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa. Madrid: Morata. Kemmis, Steve y McTaggart, Robin (1988). Cómo planificar la investigación-acción. Barcelona: Laertes. 4. Si durante el texto se cita una referencia de más de tres autores se puede citar el primero seguido de la expresión et al. (y otros). Por ejemplo, "Bartolomé et al. (1982)", "Gelpi et al. (1987)". Pero en la bibliografía deben aparecer todos los autores. Por ejemplo: Bartolome, Margarita; Echeverria, Benito; Mateo, Joan y Rodríguez, Sebastián (Coord.). (1982). Modelos de investigación educativa. Barcelona: ICE de la Universidad de Barcelona. Gelpi, Ettore; Zufiaur, Rosa; Cabrera, Flor y Ferrández, Adalberto (1987). Técnicas de evaluación y seguimiento de programas de formación profesional. Madrid: Largo Caballero. 5. A veces el autor es un organismo o institución. En estos casos, para evitar la repetción, la referencia se señala al final con la palabra "autor"Por ejemplo: Circulo de Progreso Universitario (1982). Guía de las salidas universitarias. Madrid: Autor. Ministerio de Educación y Ciencia (1989). Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo. Madrid: Autor. 6. Cuando se trata de obras clásicas, de las cuales se ha consultado una versión reciente, pero interesa especificar el año de la versión original, se puede hacer entre paréntesis después de la referencia consultada. Por ejemplo: Bacon, Francis (1949). Novum Organum. Buenos Aires: Losada. (Versión Original 1620). Bernard, C. (1976). Introducción al estudio de la medicina experimental. Barcelona: Fontanella. (Versión original 1865). 7. Cuando existen varias ediciones diferentes se especifica entre paréntesis después del título, en números. Por ejemplo: Brueckner, L.J. y Bond, G.L. (1984). Diagnóstico y tratamiento de las dificultades en el aprendizaje (10 ed.). Madrid: Rialp. Tenbrink, T.D. (1988). Evaluación: Guía práctica para profesores (3 ed.). Madrid: Narcea. 8. Si una obra no ha sido publicada pero se conoce su pronta publicación, se escribe en lugar de la fecha la expresión "(en prensa)". Por ejemplo: Rodríguez Rojo, Martín (coord). (en prensa). Actas del Simposio Internacional sobre Teoría Crítica e Investigación/Acción. Universidad de Valladolid: Valladolid, 1-4 de noviembre. 9. Si son varios volúmenes los que componen la publicación, los cuales han sido editados en varios años, éstos se escriben separados por un guión. Por ejemplo: Wittrock, Merlin C. (Ed.). (1990). La investigación de la enseñanza (3 tomos) Barcelona: Paidós/MEC. Arnau, Juan (1981-1984). Diseños experimentales en psicología y educación, (2 Tomos). México: Trillas. 10. Cuando son compilaciones (readings) se especificará después del nombre, compilador, editor, director o coordinador. Por ejemplo: Haynes, Lucila (Comp.).(1989). Investigación/acción en el aula (2ª ed.). Valencia: Generalitat Valenciana López Melero, Miguel y Guerrero López, J.Francisco. (Coords.). (1991). Caminando hacia el siglo XXI; la integración escolar. VII Jornadas de Universidades y educación especial. Málaga: Universidad de Málaga. Quintana Cabanas, José M. (Coord.). (1986). Investigación participativa. Madrid: Narcea. 11. Cuando se cita un capítulo de un libro, el cual es una compilación (reading), se cita en primer lugar el autor del capítulo y el título del mismo, seguidamente el compilador (Comp.), editor (Ed.) o director (Dir.), coordinador (Coord.), título (las páginas entre paréntesis). lugar de edición: y editorial, igual que en la referencia de cualquier libro. Por ejemplo: Guba, Egon G. (1983). Criterios de credibilidad en la investigación naturalista. En José Gimeno Sacristán y Angel. Pérez Gómez (Comps.), La enseñanza: su teoría y su práctica (pp. 148-165). Madrid: Akal. 12. Cuando el apellidos del autor es muy corriente se suelen poner los dos apellidos. Por ejemplo: Martínez Rodríguez, Juan B. (Coord.). (1990). Hacia un enfoque interpretativo de la enseñanza. Granada: Universidad de Granada. Pérez Serrano, Mª.Gloria (1990). Investigación-acción: Aplicaciones al campo social y educativo. Madrid: Dykinson. Rodríguez Espinar, Sebastián (1982). Factores de rendimiento escolar. Vilassar de Mar, Barcelona: Oikos-Tau. B. Artículos de revistas. 1. En este caso, lo que va subrayado, o en letra cursiva, es el nombre de la revista. Se debe especificar el volumen de la revista y las páginas que ocupa el artículo separadas por un guión. Se especificará el volumen y el número de la revista, cuando cada número comienza por la página uno. Por ejemplo: García Ramos, J.Manuel (1992). Recursos metodológicos en la evaluación de programas. Bordón, 43, , 461-476. House, Ernie R. (1992). Gran política, pequeña política. Cuadernos de Pedagogía, 202, 51-57. Stenhouse, Lawrence (1991). La investigación del curriculum y el arte del profesor. Investigación en la Escuela, 15, 9-15. Molina García, Santiago (2003). Representaciones mentales del profesorado con respecto al fracaso escolar. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17(1), 151-175. 2. En los demás aspectos las normas son equivalentes a las dadas por las referencias de libros. C. Otros documentos. 1. Si se trata de documentos no publicados y que se desconoce su posible publicación se puede indicar con la palabra "inédito". Por ejemplo: Blanco Villaseñor, Angel (1984). Interpretación de la normativa APA acerca de las referencias bibliográficas. Barcelona: Departamento de Psicología Experimental, Universidad de Barcelona (inédito). 2. Cuando se trata de comunicaciones y ponencias presentadas a Congresos, Seminarios, Simposiums, Conferencias, etc. se especifica autor, título y congreso, especificando si es posible el mes de celebración. Al final se puede poner la palabra "paper" para indicar que no ha sido publicado.Por ejemplo: Pérez Gómez, Angel (1992). La formación del profesor como intelectual. Simposio Internacional sobre Teoría crítica e Investigación Acción, Valladolid, 1-4 abril, (paper). 3. Si se conoce la publicación posterior de la comunicación presentada a un congreso también se puede especificar. Por ejemplo: Cronbach, Lee J. (1974). Beyond the two disciplines of the scientific psychology. Comunicación a la Asamblea de la APA, 2 de septiembre. Reproducido en Más allá de las dos disciplinas de la psicología científica. En F. Alvira, M.D. Avia, R. Calvo y F. Morales, (1979). Los dos métodos de las ciencias sociales, (pp. 253-280). Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas. D. Orden alfabético. 1. Las referencias bibliográficas deben presentarse ordenadas alfabéticamente por el nombre del autor, o primer autor en caso de que sean varios. 2. Si un autor tiene varias obras se ordenarán por orden de aparición. Por ejemplo: De Landsheere, Guy (1982). La investigación experimental en educación. París: UNESCO. De Landsheere, Guy (1985). Diccionario de la evaluación y de la investigación educativa. Vilassar de Mar, Barcelona: Oikos-Tau. De Landsheere, Guy (1986). La recherche en éducation dans le monde. París: P.U.F. Stenhouse, Lawrence (1984). Investigación y desarrollo del curriculum. Madrid: Morata. Stenhouse, Lawrence (1987). La investigación como base de la enseñanza. Madrid: Morata. Stenhouse, Lawrence (1991). La investigación del curriculum y el arte del profesor. Investigación en la Escuela, 15, 9-15. 3. Si son trabajos en colaboración con varios autores, el orden vendrá indicado por el apellido del segundo autor, independientemente del año de publicación. Las publicaciones individuales se colocan antes de las obras en colaboración. Por ejemplo: Stake, Robert E. (1975a). Evaluating the arts in education: a responsive approach. Columbus, Ohio: Merril. Stake, Robert E. (1975b). Program Evaluation: particularly responsive evaluation. Occasional Paper n. 5. Kalamazoo: University of Western Michigan. Stake, Robert E. (1978). The case study method in social inquiry. Educational Researcher, 7, 5-8. Stake, Robert E. and Easley, J.A.,Jr. (Comp.)(1978). Case studies in science educations, vol 1,2. Urbana, Ill.: CIRCE, University of Illinois. Stake, Robert E. and Gjerde, C. (1971). An evaluation of TCITY: The Twin City Institute for Talented Youth. Occasional Paper n. 1. Kalamazoo: University of Western Michigan. 4. Si de un mismo autor existen varias referencias de un mismo año se especificarán los años seguidos de un orden alfabético. Por ejemplo: Freire, Paulo (1978a). Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo XXI. Freire, Paulo (1978b). Pedagogía y acción liberadora. Madrid: Zero. Freire, Paulo (1978c). Cartas a Guinea-Bissau: Apuntes para una experiencia pedagógica en proceso. Madrid: Siglo XXI. Más información en los siguientes enlaces: * APA Style Guide o http://www.newark.ohio-state.edu/~osuwrite/apa.htm * APA Style Essentials o http://www.vanguard.edu/faculty/ddegelman/index.cfm?doc_id=796 * A Guide for Writing Research Papers o http://webster.commnet.edu/apa/apa_index.htm * Guidelines for Writing in APA Style o http://www.ldl.net/~bill/aparev.htm * Writer’s handbook: documentation, APA style o http://www.wisc.edu/writing/Handbook/DocAPA.html * Writers' workshop o http://www.english.uiuc.edu/cws/wworkshop/bibliography/apa/apamenu.htm

Enseñar exige humildad. tolerancia y lucha en defensa de los derechos de los educadores.

Enseñar exige humildad. tolerancia y lucha en defensa de los derechos de los educadores. Si hay algo que los brasileños necesitan saber, desde la más tierna edad, es que la lucha en favor del respeto a los educadores y a la educación significa que la pelea por salarios menos inmorales es un deber irrecusable y no sólo un derecho. La lucha de los profesores en defensa de sus derechos y de su dignidad debe ser entendida como un momento importante de su práctica docente, en cuanto práctica ética. No es algo externo a la actividad docente, sino algo intrínseco a ella. El combate en favor de la dignidad de la práctica docente es tan parte de ella misma como el respeto que el profesor debe tener a la identidad del educando, a su persona, a su derecho de ser. Uno de los peores males que el poder público nos ha venido haciendo en Brasil, históricamente, desde que la sociedad brasileña se creó, es el de hacer que muchos de nosotros, existencialmente cansados a fuerza de tanta desatención hacia la educación pública, corramos el riesgo de caer en la indiferencia fatalistamente cínica que lleva a cruzar los brazos. "No hay nada que hacer" es el discurso acomodaticio que no podemos aceptar. Mi respeto de profesor a la persona del educando, a su curiosidad, a su timidez, que no debo agravar con procedimientos inhibitorios, exige de mí el cultivo de la humildad y la tolerancia. ¿Cómo puedo respetar la curiosidad del educando si, carente de humildad y de la real comprensión del papel de la ignorancia en la búsqueda del saber, temo revelar mi desconocimiento? ¿Cómo ser educador, sobre todo desde una perspectiva progresista, sin aprender, con mayor o menor esfuerzo, a convivir con los diferentes? ¿Cómo ser educador si no desarrollo en mí la necesaria actitud amorosa hacia a los educandos con quienes me comprometo y al propio proceso formador del que soy parte? No me puede enfadar lo que hago so pena de no hacerlo bien. El olvido a que está relegada la práctica pedagógica, que siento como una falta de respeto a mi persona, no es motivo para no amarla o para no amar a los educandos. No tengo por qué ejercerla mal. Mi respuesta a la ofensa a la educación es la lucha política consciente, crítica y organizada contra los ofensores. Acepto incluso abandonarla, cansado, a la espera de mejores días. Lo que no es posible es permanecer en ella y envilecerla con el desdén por mí mismo y por los educandos. Una de las formas de lucha contra la falta de respeto de los poderes públicos hacia la educación es, por un lado, nuestro rechazo a transformar nuestra actividad docente en una pura "chamba", y, por el otro, nuestra negativa a entenderla y a ejercerla como práctica afectiva de "tíos y tías".* Ellos y ellas deben verse a sí mismos como profesionistas idóneos, pues es en la competencia que se organiza políticamente donde tal vez radica la mayor fuerza de los educadores. Es en este sentido como los órganos de clase deberían dar prioridad al empeño de formación permanente de los cuadros del magisterio como tarea altamente política y repensar la eficacia de las huelgas. La cuestión que se plantea, obviamente, no es parar la lucha sino, reconociendo que la lucha es una categoría histórica, reinventar la forma también histórica de luchar.